26 de septiembre de 2025

Economia

Economia. Inversores se cubren mientras el Gobierno compra dólares: señales del mercado ante la volatilidad cambiaria

Un reacomodamiento con sabor a desconfianza

En los últimos días, el Gobierno consiguió un alivio transitorio en el frente cambiario. Con la liquidación parcial de u$s2.000 millones del paquete de u$s7.000 millones comprometidos por el agro, el Tesoro logró reforzar reservas internacionales y contener las tensiones del mercado.

El Banco Central compró más de u$s700 millones en pocas jornadas, una cifra que muestra la magnitud de la intervención oficial. Sin embargo, los inversores mantienen la cautela: la brecha cambiaria se amplió nuevamente, el contado con liquidación (CCL) volvió a subir y el consenso es que, una vez agotada la liquidación de exportadores, reaparecerán las presiones sobre el tipo de cambio.

El alivio, entonces, parece más un puente hacia las elecciones que una solución de fondo.

Bonos dólar linked: un regreso oportuno

Ante la necesidad de sostener el financiamiento en pesos, el Tesoro volvió a emitir bonos dólar linked, instrumentos que ajustan su capital en función de la evolución del tipo de cambio oficial.

Se trata de títulos con vencimientos entre octubre y diciembre, fechas clave en el calendario electoral. El objetivo es claro: ofrecer a los inversores un mecanismo de cobertura contra una eventual devaluación, pero al mismo tiempo evitar que esos fondos se dolaricen en el mercado paralelo.

El atractivo para los inversores radica en poder cubrirse con instrumentos oficiales y relativamente líquidos, mientras el Gobierno logra retener pesos en el circuito financiero.

El boom del mercado de futuros

En paralelo, el mercado de futuros mostró un incremento explosivo en su volumen. En una sola rueda se negociaron más de u$s2.700 millones, con subas de hasta 70% en contratos a 2026.

El mensaje es evidente: los inversores están dispuestos a pagar tasas cercanas al 60% anual con tal de asegurarse cobertura en caso de un salto del tipo de cambio. El hecho de que estos contratos lleguen hasta 2026 refleja que el mercado no solo se protege de la coyuntura electoral inmediata, sino también de un escenario más prolongado de incertidumbre cambiaria.

El rol del agro: un préstamo implícito al Estado

El ingreso de dólares provino, en gran medida, de la liquidación anticipada de exportadores agroindustriales, que aprovecharon los beneficios fiscales anunciados por el Gobierno.

Al suspenderse transitoriamente las retenciones, las grandes cerealeras presentaron declaraciones juradas anticipadas de exportación, lo que permitió el ingreso rápido de divisas al Banco Central.

En contrapartida, estas empresas recibieron pesos que ahora destinan a financiar la compra de granos y cubrir sus necesidades de capital de trabajo. Para los analistas, la operatoria equivale a un préstamo implícito del sector agroexportador al Estado, ya que adelanta ingresos futuros a cambio de un beneficio impositivo estimado en u$s1.500 millones.

Este esquema generó malestar en pequeños productores, que señalaron que las ventajas se concentran en las grandes compañías exportadoras, mientras ellos enfrentan mayores costos sin acceso a iguales beneficios.

Contexto financiero adverso

La estrategia oficial se da en un marco de fuerte inestabilidad:

  • El dólar paralelo se acercó a los $1.600, marcando un nuevo máximo.

  • El riesgo país superó los 1.500 puntos básicos, el nivel más alto en un año.

  • Bonos y acciones argentinas volvieron a caer, reflejando la desconfianza de los inversores internacionales.

En este escenario, la compra de dólares por parte del Tesoro aparece como una señal de fortaleza de corto plazo, pero no alcanza para revertir la percepción de fragilidad estructural.

Señales políticas y electorales

El contexto electoral agrega una capa adicional de incertidumbre. La decisión de liberar parcialmente al agro de las retenciones fue interpretada no solo como una medida económica, sino también como una jugada política para mostrar control en plena campaña.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, acusó a la oposición de "boicotear el programa de gobierno" generando rumores que alimentan la corrida. La Casa Rosada insiste en que el superávit fiscal y la acumulación de reservas serán los pilares para estabilizar la economía.

Sin embargo, los analistas advierten que la volatilidad cambiaria continuará mientras el mercado perciba riesgo devaluatorio y falta de previsibilidad macroeconómica.

Lo que viene: más dudas que certezas

El interrogante central es si el Banco Central logrará acumular reservas suficientes antes de que se agote el flujo de dólares del agro. De no ser así, la presión cambiaria podría intensificarse hacia fin de año.

El consenso en el mercado es que la medida compra tiempo, pero no resuelve los desequilibrios de fondo. Los inversores descuentan un escenario de tipo de cambio más alto en 2026, motivo por el cual crecen las coberturas en futuros y en bonos atados al dólar.

En este contexto, los industriales y empresarios toman nota de un clima financiero que condiciona la planificación productiva: volatilidad, costos de financiamiento altos y riesgo devaluatorio. La dinámica cambiaria no es solo un tema del mercado financiero, sino un factor que impacta directamente en la competitividad del sector productivo argentino.

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