5 de septiembre de 2024
La empresa Zanella Hnos, jugador de importancia en la fabricación de motos en Argentina, decidió aplicar una baja de precios en sus productos luego de que entrara en vigencia la reducción del Impuesto PAIS. La medida, que comenzó a regir el lunes 2 de septiembre, implica una disminución en la alícuota del impuesto del 17,5% al 7,5% para los componentes importados que se ensamblan con piezas locales. Este recorte beneficia directamente a las empresas que dependen de insumos importados para la producción de bienes finales en el país.
Facundo Lippo, director
comercial de Zanella, aseguró que la compañía está comprometida en trasladar
estos beneficios a los consumidores, en línea con la filosofía de la empresa de
facilitar el acceso a la movilidad individual en el contexto económico actual.
"Desde nuestro lugar, vamos a acompañar todas las medidas que contribuyan al
consumo, más aún cuando se trata de una baja en los impuestos, especialmente si
ese mercado está dando señales de mejora", comentó Lippo en un comunicado.
El impacto de la medida
es visible en los precios finales de varios de los modelos más vendidos de
Zanella. La baja en los precios varía entre el 3% y el 5% en comparación con
los valores del mes anterior, afirmó la empresa. Además, informó que su modelo
Z MAX 200cc, uno de los más populares entre los usuarios que utilizan la moto
como herramienta de trabajo, registrará una baja aún mayor, del 8%.
Zanella recordó además
su participación en el programa "Cuota Simple", que permite a los consumidores
financiar la compra de motos en hasta 12 cuotas fijas con tarjetas de crédito,
a una de las tasas más bajas del mercado. Este plan, según la empresa, ha sido
clave para que muchas personas puedan adquirir una moto 0 km en un contexto
económico adverso.
La reducción del
Impuesto PAIS fue una de las medidas más recientes adoptadas por el gobierno
nacional para aliviar la carga tributaria sobre bienes importados. La baja, que
reduce la alícuota del 17,5% al 7,5%, comenzó a regir tras su publicación en el
Boletín Oficial, y ya ha tenido repercusiones significativas en diversas
industrias que dependen de componentes importados.
Uno de los primeros
sectores en aplicar la reducción en sus listas de precios fue el automotriz,
con Toyota y Ford como las marcas más destacadas que tomaron la iniciativa.
Toyota, por ejemplo, decidió bajar los precios de sus modelos nacionales en un
2% y de los importados en un 4% promedio. Esta rebaja incluyó tanto vehículos
que provienen de Brasil, como otros que llegan de mercados con aranceles más
altos, fuera del Mercosur. Los consumidores que buscan adquirir modelos como el
Toyota Yaris, Corolla o Hilux, ya ven reflejadas estas bajas en los precios que
publican los concesionarios.
Por su parte, Ford
también se sumó a la medida con una baja del 2% en los precios de la línea
Ranger, fabricada en General Pacheco, y un 3% en modelos importados como el
Maverick, Kuga Híbrida y Bronco. Estos ajustes se enmarcan en un esfuerzo más
amplio del sector automotor para adecuarse a las nuevas condiciones del
mercado, con un componente significativo de vehículos que dependen de piezas y
vehículos completos importados.
El recorte del Impuesto
PAIS ha generado una ola de respuestas en diversos sectores, pero su impacto se
percibe de manera diferente dependiendo de la proporción de componentes
importados que utiliza cada empresa. En el caso de Zanella, la reducción es
especialmente significativa debido a que parte de las motos que fabrica
dependen de componentes importados que se ensamblan en sus plantas locales.
Esto ha permitido que el recorte del 10% en la alícuota del impuesto se
traduzca en una baja en los precios de venta al público de manera directa.
Por otro lado, en el
sector automotriz, los vehículos fabricados en el país, como los de Toyota y
Ford, tienen un componente de importación que oscila entre el 30% y el 40%, lo
que significa que la baja en los precios es proporcionalmente menor. En estos
casos, la reducción del impuesto ha generado una disminución de precios del 2%
en promedio para los vehículos fabricados en Argentina, como es el caso de las
pick-ups Hilux de Toyota o la Ranger de Ford, que son producidas en plantas
locales. Sin embargo, para los modelos completamente importados, como el Toyota
Corolla o el Ford Kuga, la reducción es mayor, alcanzando hasta un 4%.
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