20 de junio de 2024
Seis automotrices decidieron frenar su producción en medio de los dos fines de semana largos del mes de junio. La crisis que transita la Argentina afecta a toda la industria, pero el sector automotriz es uno de los que muestra las consecuencias de manera más cruda.
Las automotrices atraviesan una tormenta que conjuga la caída de la demanda del mercado interno, la baja de las exportaciones y deudas con proveedores que no se pueden saldar por falta de dólares.
El principal inconveniente que atraviesan las automotrices tiene que ver con la decisión de los proveedores de frenar, por falta de pago, el envío de insumos clave para la fabricación.
Más allá de eso, una de las fábricas más importantes del interior del país, que trabaja para dos marcas de gran presencia en Argentina, ya les había comunicado a sus empleados hace una semana que procedería con la suspensión. La justificación fue la caída de la demanda.
Por su parte, las principales marcas que fabrican en Argentina están en plena evaluación del rumbo a seguir. Desde el sector descartan la posibilidad de una recuperación de las ventas antes de fin de año. En ese esquema comienzan a trabajar sobre la posibilidad de reducción de las jornadas en las plantas o las suspensiones semanales.
La crisis alcanza a Toyota, el principal fabricante de autos en el país, a FIAT, a la franja de utilitarios de Mercedes Benz, a Renault y General Motors. Todas pararon su producción. Las justificaciones son variadas. Desde la baja de las exportaciones hasta la falta de insumos, pasando por remodelaciones o ajustes generales.
Lo cierto es que en SMATA, el sindicato que nuclea a los trabajadores de la actividad, se encendieron las alarmas.
EL Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) también acusa recibo de la crisis. Los despidos en el sector se cuentan por cientos desde la asunción de Javier Milei como presidente.
La caída de la demanda, la apertura de importaciones y el contrabando son los tres vértices de un triángulo que afecta al sector.
La reducción de personal en las fábricas de neumáticos en la Argentina tuvo su pico más alto hace casi 20 días cuando fueron despedidos un centenar de operarios de FATE. Más allá del hecho puntal, desde el sindicato aseguran que la crisis continuará en el sector y que cientos de puestos de trabajo están en riesgo.
Más allá de eso, una de las fábricas más importantes del interior del país, que trabaja para dos marcas de gran presencia en Argentina, ya les había comunicado a sus empleados hace una semana que procedería con la suspensión. La justificación fue la caída de la demanda.
Por su parte, las principales marcas que fabrican en Argentina están en plena evaluación del rumbo a seguir. Desde el sector descartan la posibilidad de una recuperación de las ventas antes de fin de año. En ese esquema comienzan a trabajar sobre la posibilidad de reducción de las jornadas en las plantas o las suspensiones semanales.
La crisis alcanza a Toyota, el principal fabricante de autos en el país, a FIAT, a la franja de utilitarios de Mercedes Benz, a Renault y General Motors. Todas pararon su producción. Las justificaciones son variadas. Desde la baja de las exportaciones hasta la falta de insumos, pasando por remodelaciones o ajustes generales.
Lo cierto es que en SMATA, el sindicato que nuclea a los trabajadores de la actividad, se encendieron las alarmas.
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