El mes de mayo cerró con un dato alentador para la economía argentina: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementó apenas un 1,5%, marcando el nivel mensual más bajo en cinco años. La cifra refleja una continuidad en la tendencia descendente iniciada a comienzos de 2024, y da aire al Gobierno nacional en su plan de estabilización macroeconómica.

Con este resultado, la inflación interanual se ubicó en 43,5%, y el acumulado en los primeros cinco meses del año llegó al 13,3%, cifras que no se veían desde 2020.

Los rubros que moderaron la suba

Uno de los factores clave en la desaceleración fue la caída de precios en frutas y verduras, dentro del segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas, que registró una suba de solo 0,5%. El rubro Transporte también tuvo un comportamiento moderado, con apenas un 0,4% de aumento.

En contraste, Comunicación (+4,1%) y Restaurantes y hoteles (+3%) fueron los sectores con mayor incidencia alcista en el mes.

Evaluaciones y advertencias

Desde el Ministerio de Economía destacaron que el dato de mayo es una señal de que el proceso de desinflación "se sostiene con consistencia" gracias a una política fiscal austera, una emisión monetaria restringida y un tipo de cambio estable.

No obstante, desde sectores privados y cámaras empresarias se señala que parte de esta moderación responde también a una contracción del consumo, con precios que encuentran un techo ante la caída del poder adquisitivo.

Además, se alerta sobre los factores de presión acumulada:

• Aumentos pendientes en tarifas de servicios públicos.

• Reapertura de paritarias en sectores con fuerte incidencia salarial.

• Potenciales ajustes en combustibles y prepagas.

Proyecciones para junio

Consultoras privadas y el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central anticipan que la inflación de junio podría ubicarse entre 1,8% y 2,2%, empujada por los ajustes regulados y el impacto de paritarias en negociación.

La clave para sostener la tendencia bajista estará en mantener el equilibrio fiscal, evitar shocks externos y consolidar la estabilidad cambiaria, mientras el Gobierno avanza con su plan de reformas estructurales.