7 de octubre de 2025
La provincia de Santa Fe atraviesa una de las crisis fabriles más severas de los últimos años. Según datos de la Comisión de Asuntos Laborales de la Cámara de Diputados, la pérdida de 12.900 puestos de trabajo privados y la caída del 5,2% en la producción industrial son el reflejo de un deterioro sostenido.
El exministro de Trabajo Juan Manuel Pusineri apuntó a los aumentos de tarifas y a la falta de medidas provinciales que acompañen a las pymes. "Los impuestos y servicios aumentaron entre un 400% y 700%, mientras los salarios apenas crecieron 200%. Esta brecha golpea a trabajadores, comercios e industrias", advirtió.
La suba de costos fijos se transformó en un factor determinante para la caída de la producción. Según Pusineri, "cuando una pyme paga luz o agua un 600% más cara, deja de invertir y ajusta por el lado del personal".
Mientras tanto, las asimetrías con el AMBA se agrandan: las industrias del interior pagan energía y transporte sin subsidios, mientras sus competidoras metropolitanas mantienen costos más bajos. "Se necesita un esquema de tarifas razonables y un alivio inmediato para las pymes", reclamó el exministro.
Un informe de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) muestra que la actividad fabril provincial no solo cayó un 5,2% interanual en julio, sino que también se retrajo un 3,3% respecto al mes anterior. El nivel de producción se encuentra 10% por debajo de 2022, con 58% de las ramas industriales en baja.
Los sectores más afectados incluyen molienda de oleaginosas, automotriz, maquinaria agrícola, metalurgia y frigoríficos. Las exportaciones manufactureras cayeron 4,6% en volumen, mientras las importaciones de bienes terminados crecieron 39,3%, generando una pérdida de competitividad que impacta directamente en el cordón industrial rosarino.
La crisis ya se refleja en despidos, suspensiones y plantas paralizadas en toda la provincia:
Frigorífico Euro (Villa Gobernador Gálvez): 50 despidos y cierre temporal.
Algodonera Avellaneda: opera al 25% con atrasos salariales y 400 puestos en riesgo.
Lácteos Verónica (Lehmann): paralización total por falta de pago de sueldos.
Sancor (Sunchales): continúa en concurso de acreedores, con salarios parciales para 900 trabajadores.
Celulosa Argentina (Capitán Bermúdez): planta paralizada hace tres meses, con pérdidas por $170.000 millones.
Metalúrgicas del sur y Villa Constitución: la producción de acero cayó 50%, con más de 5.000 puestos perdidos.
Desde las cámaras empresarias y gremios advierten que no existen políticas provinciales activas para sostener la producción ni programas de asistencia específicos. El exministro Pusineri subrayó que "no alcanza con culpar al gobierno nacional; la provincia debe asumir su responsabilidad y articular una agenda de defensa industrial".
Los industriales reclaman medidas concretas:
Reducción de tarifas energéticas.
Incentivos fiscales para sostener el empleo.
Créditos blandos para capital de trabajo.
Programas de promoción de exportaciones y sustitución de importaciones.
El deterioro del empleo industrial santafesino impacta también en las economías locales. Municipios del cordón agroindustrial advierten que las suspensiones y cierres afectan al comercio y los servicios. "La recesión ya no es una estadística: se traduce en fábricas paradas y familias sin ingresos", señalaron desde FISFE.
Pusineri concluyó: "Santa Fe necesita volver a tener una agenda de producción y empleo. Si no se actúa ahora, el costo social será altísimo".
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