3 de junio de 2025
En Argentina, el robo de autos dejó de ser un dato estadístico para convertirse en una preocupación real y cotidiana. Con un aumento sostenido en los últimos meses, cada vez más conductores ven cómo sus vehículos desaparecen en segundos. Frente a este escenario, contar con una buena cobertura no solo te da tranquilidad: puede salvarte de una pérdida económica gigante. ¿Qué coberturas existen? ¿Cuáles convienen? ¿Qué no te pueden dejar afuera? Acá, todas las claves.
Según datos relevados por aseguradoras y medios especializados, los robos de autos aumentaron considerablemente en el último año en Argentina, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), aunque también hay focos críticos en Córdoba, Rosario, Mendoza y Mar del Plata.
Los informes destacan un crecimiento tanto en robos totales (cuando el auto desaparece) como en robos parciales, donde se sustraen partes específicas: ruedas, baterías, equipos multimedia, o incluso volantes y airbags.
Además, la violencia durante el robo también aumentó. En muchos casos, el delito ocurre a plena luz del día, con métodos cada vez más profesionales, utilizando inhibidores de alarmas, scanners para desactivar sistemas electrónicos y hasta autos de apoyo para escapar rápido.
No todo depende del valor de mercado. Las bandas buscan vehículos fáciles de revender o desarmar, con mucha circulación en la calle, lo que hace que las partes sean muy demandadas.
Entre los más buscados, figuran:
Volkswagen Gol, Voyage y Amarok
Toyota Hilux y Etios
Chevrolet Onix y Corsa
Fiat Cronos y Palio
Ford Ecosport y Ranger
Estos modelos no solo son comunes: también tienen partes compatibles con otros vehículos, lo que los hace aún más valiosos para el mercado ilegal.
Muchas personas aún creen que, si su auto duerme en garage o si no viven en una "zona caliente", están fuera de riesgo. Nada más lejos de la realidad.
Los robos ocurren en barrios cerrados, en avenidas transitadas, en estaciones de servicio y en pleno centro de ciudades importantes. La delincuencia se ha adaptado a todos los escenarios, y hoy cualquier auto sin protección es una presa fácil.
Te enfrentás a una pérdida total. Sin seguro, no solo perdés el vehículo: también deberás cubrir por tu cuenta todos los gastos derivados, como:
Reposición de un nuevo auto (cuyos precios subieron más de un 200% en un año)
Trámites legales y administrativos
Pérdida de herramientas o pertenencias dentro del vehículo
Impacto económico en tu rutina (trabajo, traslados, familia)
En cambio, con una buena cobertura, podés:
Recuperar el valor del auto
Contar con asistencia legal y técnica
Ahorrarte tiempo, estrés y dinero
Hoy, con el nivel de riesgo actual, un seguro de responsabilidad civil no alcanza. Solo cubre daños a terceros, pero no te protege si te roban.
Las opciones más recomendables son:
Incluye: robo total, incendio total y parcial, destrucción total y robo de ruedas o cristales.
Ideal para: autos de gama media o media-baja, o si querés protegerte sin pagar tanto.
Incluye: todo lo anterior, más daños propios, vandalismo y roturas por intento de robo.
Con franquicia: pagás solo una parte del arreglo si hay daños.
Ideal para: autos nuevos o de alta gama.
Incluye: máxima cobertura, sin costos extras al momento del siniestro.
Ideal para: quienes buscan total tranquilidad y pueden pagar una prima más alta.
Revisá bien qué cubre y qué no: muchas veces lo barato sale caro. No te guíes solo por el precio.
Pedí que te informen si cubre robo total y parcial. Algunos seguros solo cubren el robo completo del auto, no el de autopartes.
Consultá si tenés reposición del 0km por robo total, en caso de que el auto tenga menos de un año.
Prestá atención a los tiempos de respuesta y reputación de la aseguradora.
Si vivís en una zona crítica, consultá si hay planes especiales. Algunas empresas ajustan coberturas por zona de riesgo.
El precio depende del modelo, el año, el lugar donde vivís y el tipo de cobertura. Pero para darte una idea general (junio 2025):
Seguro contra terceros completo: entre $15.000 y $40.000 mensuales
Todo riesgo con franquicia: desde $35.000 hasta $90.000 mensuales
Todo riesgo sin franquicia: desde $60.000 hasta más de $150.000 mensuales
En muchos casos, las aseguradoras permiten pagar en cuotas, y algunas incluyen beneficios extra, como asistencia mecánica, grúas, auto sustituto y descuentos en talleres.
Un robo puede cambiar tu vida en minutos. No solo por la pérdida del vehículo, sino por el impacto emocional y financiero que eso conlleva. El seguro actúa como una red que te sostiene cuando todo lo demás falla.
Hoy, más que nunca, asegurar tu auto no es un gasto: es una inversión en tranquilidad, previsión y estabilidad económica. Y si podés, revisá tus condiciones actuales: ¿estás realmente cubierto ante robo total y parcial?
El auto ya no es solo un medio de transporte. Es parte de tu día, tu rutina, tu trabajo y tu independencia. Y en un contexto donde los delitos aumentan y la reposición se vuelve cada vez más costosa, protegerlo con un seguro adecuado es una decisión inteligente.
Invertir en una buena cobertura hoy puede ser lo que te salve de una gran pérdida mañana. Porque prevenir sigue siendo mucho más barato que lamentar.
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