Insud refuerza su apuesta por la energía limpia: inauguró la planta de biomasa más grande del país

El Grupo Insud, reconocido por su compromiso con la innovación, la sustentabilidad y el desarrollo regional, inauguró su segunda planta de energía renovable en Gobernador Virasoro, Corrientes. La obra fue ejecutada a través de su firma FRESA (Fuentes Renovables de Energía Eléctrica S.A.) y demandó una inversión de US$200 millones. Esta central generará energía eléctrica a partir de biomasa forestal y se posiciona como la más grande de Argentina en su categoría.

El ambicioso proyecto tiene como objetivo abastecer cerca del 20% de la demanda eléctrica de la provincia de Corrientes, contribuyendo al fortalecimiento del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) con una entrega estable de 73 MWh diarios. La planta, además de duplicar la capacidad de generación de FRESA, refuerza el compromiso del Grupo Insud con la transición energética y el desarrollo de energías renovables con base en recursos locales.

Con ambas plantas en funcionamiento, FRESA alcanza una capacidad total de 80 MWh, una cifra suficiente para sostener el consumo eléctrico de múltiples localidades de la región, incluso en los meses de mayor demanda. Entre las zonas abastecidas se encuentran Gobernador Virasoro, Santo Tomé, La Cruz, Ituzaingó, Villa Olivares e Itá Ibaté.

La iniciativa también incluye mejoras estructurales en la red eléctrica. La reciente incorporación de la Estación Transformadora San Alonso, junto con la ya operativa Estación Transformadora Norte, optimiza la distribución en 33 kV, asegurando una calidad de suministro superior tanto para la industria como para los hogares del norte de Corrientes y el sur de Misiones.

Luciano Baroni, CEO de FRESA, expresó: "Esta ampliación mejora la confiabilidad del sistema eléctrico y permite entregar energía limpia y estable, garantizando niveles de tensión adecuados para el desarrollo industrial y el bienestar de la población".

Este paso firme en el desarrollo energético con biomasa refleja cómo la sinergia entre inversión privada, tecnología y sostenibilidad puede generar impacto concreto en las economías regionales, promoviendo una matriz energética más diversa, limpia y resiliente.